DESPUES DEL LLANTO, LLEGA LA FELICIDAD
El 25 de
abril del 1989 Manuel Cortez Marimon,
dio testimonio ante las autoridades competentes de la fuerte crisis que le
causo la violación de su pequeña hija Keila en la ciudad de Sincelejo de tan solo 13 años de edad,
este hecho aparentemente era algo difícil de averiguar y todo parecía lejos de
una respuesta de: quien, porque, como…
El 30 de
octubre de 1990 Manuelito como era conocido por muchos no se quedó con esa
espinita, busco información acerca de que se podría hacer en ese caso para que el dolor que le habían causado a él
y a su pequeña hijita no quedara impune. Logro contactar a uno de los mejores
abogados pertenecientes a la ciudad de Cúcuta y puso todo en manos de la
fiscalía.
Cuando menos
lo esperaba un domingo 20 a las 2:15 pm, del 2010 del mes enero recibió una llamada que se puede decir que cambió
el rumbo de sus vidas, José ramón. Uno de los jueces encargado de este caso le
confirmo fecha, hora, lugar, quien y como sucedió lo que le habían hecho a la
joven pensar que la vida era un tiempo
perdido.
El juez
afirmo y llamo a cadena perpetua por abuso a menores al sacerdote Román Suarez
batista quien había sido el único violador de menores en el 1989, el cual en
esa fecha se llevó como a Keila a otros niños a lugares apartados de las ciudad
y decía que los llevaba a un supuesto seminario sin el consentimiento de sus
padres, esto aconteció con exactitud el
18 de abril a las 10 de la mañana después de una misa de domingos.
Hoy este
supuesto sacerdote paga sus pecados detrás de las rejas y se lamenta de todo lo
que causo.
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